Casa Sant Roc

CULTIVO del pistacho

GENERALIDADES DEL CULTIVO DEL PISTACHO

PECULIARIDADES GENÉTICAS DEL PISTACHO

El pistacho es conocido en el Medio Oriente como el árbol del “Oro verde” y como “ El frutal del desierto”. Es un frutal casi mítico, por lo apreciados que son sus frutos, su generosidad productiva y el hecho que vegeta y produce en climas semiáridos. Pero todo ello hay que verlo y entenderlo comprendiendo las peculiaridades genéticas que caracterizan a este frutal.

El portainjertos del pistacho tiene un sistema radicular muy potente. Similar en muchos aspectos al de los pinos e higueras. En vivero, las plantas de un año tienen un sistema radicular parecido a una “cola de caballo” . Múltiples raíces pivotantes, principales, que se clavan profundamente en el suelo, a las que rodean y acompañan cientos de raicillas y raíces capilares.

Cuando vea un árbol de pistacho joven o adulto plantado en el campo, debe imaginarse un sistema radicular profundo en el suelo, a una profundidad muy superior a su altura área. La bibliografía nos habla de raíces a 6 y 11 metros de profundidad, esparcidas en un radio no superior al de la copa del árbol más 1/3.

Perpendicular a las raíces pivotales están (formando cruz) las raíces laterales superficiales (entre 30 y 80 cm de profundidad).

En la foto de la izquierda observe la raíz pivotal y a la derecha el brazo en cruz de las raíces superficiales.

Foto tomada en Aleppo ( Siria) por CSR.

Como en el caso del pino y la higuera, la potencia osmótica de su sistema radicular es superior a los olivos, almendros, viña y la mayoría de los frutales. Un pistacho joven, plantado cerca de un olivo o almendro de edad semejante, no presenta signos de “estrés” por falta de agua, cuando estos últimos llevan semanas padeciéndolo. Esto es, es capaz de seguir absorbiendo agua, cuando los otros ya no pueden hacerlo.

La resistencia del pistacho a la salinidad es también superior a lo normal.

Sin embargo, el sistema radicular del pistacho requiere oxígeno a un nivel superior a lo normal, lo que explica su preferencia por suelos de grano grueso y si bien acepta el riego de manto, debe hacerse en intervalos largos para permitir al aire penetrar de nuevo en las capas profundas del suelo. Es un árbol ideal para regar por goteo y “goteo enterrado” (deep drip irrigation).

Recordemos que es el frutal genéticamente equipado para los climas semiáridos.

Sus hojas tienen en primavera una gran capacidad de absorción de microelementos y humedad en primavera, dato muy importante a saber para el abonado foliar. Por último, es un frutal vecero cuando es adulto, más o menos a partir de sus diez u once años de vida.

En los años que lleva carga de fruto, y con un aspecto sanísimo y en plena brotación, en julio - agosto lanza (se desprende) las yemas de fruto del próximo año. Así se garantiza un año de “descanso” y de brotación para poder seguir produciendo los próximos 100 años! El fenómeno de la vecería se reduce, relativamente, mediante acciones de poda, abonados, e irrigación durante su cultivo.

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